domingo, 8 de noviembre de 2009

¿Y?

Y lo largué. Y me di cuenta. Y no lo dije. Y saludé. Y me la devolvió. Y la gozó. Y mandé a freir churros. Y me retracté por todo. Y, sin apuro, lo dije. Y me indulté. Y se ilusionó. Y se lo inventó. Y sólo respondí lo que me preguntó. Y quedamos en que le avisaba. Y me olvidé. Y le quedó. Y cambié de celular. Y mandó un mensaje. Y mandó otro mensaje. Y me habló por MSN. Y se ofendió, seguro. Y poco me importó. Y va a leer esto. Y tengo quién me haga feliz. Y soy monógamo. Y ninguno vive en Palermo. Y ninguno es tan idiota. Y ninguno es tan acomplejado como quién dice que somos idiotas. Y no voy a dónde creen que voy. Y no ago las cosas que creen que hago. Y la verdad, qué tengo que aclarar. Y qué importa esto. ¿Y qué?

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